Asesinato En Kensington Gardens / Murder on the Serpentine, Paperback/Anne Perry
Descriere
Description Un misterio de la realeza nos traslada al Londres victoriano. El jefe del Departamento Especial de la polic a Thomas Pitt recibe una llamada de Buckingham Palace. La reina Victoria sabe que se acercan los ltimos d as de su reinado y que muy pronto el pr ncipe de Gales heredar el trono. Esa es la raz n por la que hab a encargado a su gran amigo y confidente John Halberd que investigara a los amigos m s cercanos del pr ncipe heredero. Entre ellos, el que m s le interesaba era Alan Kendrick, adinerado playboy aficionado a las apuestas. Pero el cuerpo de Halberd es hallado en una barca de remos en el Serpentine, junto a los jardines de Kensington. Aunque la muerte se haya archivado como un desafortunado accidente, la reina Victoria no est convencida y quiere que Pitt averig e la verdad, as que el jefe de polic a se ve obligado a trabajar en solitario y en secreto y muy pronto se ver envuelto en una trama que desaf a la reputaci n de importantes hombres de Estado y que puede poner en peligro la seguridad del Imperio Brit nico. Se convertir ste en el ltimo caso de Thomas Pitt?ENGLISH DESCRIPTIONIn the history of Anne Perry's bestselling Victorian mystery series, the stakes have never been greater than now--as a mission for queen and country places the future of the British Empire squarely in Thomas Pitt's hands. It is not the custom for the commander of Special Branch to receive a royal summons--so Thomas Pitt knows it must be for a matter of the gravest importance. The body of Sir John Halberd, the Queen's confidant, has been found in the shallow water of the Serpentine in Hyde Park, bearing the evidence of a fatal blow to the head. At Her Majesty's request, Sir John had been surreptitiously investigating Alan Kendrick, a horse-racing enthusiast who seems to have had an undue amount of influence on her son, the Prince of Wales. Now Commander Pitt must navigate the corridors of power with the utmost discretion and stealth, for it seems certain that Sir John's k
